sábado, 14 de febrero de 2015

Para empezar el año

Empezamos un nuevo año, como un ritual, para renovar promesas, palabras, juramentos, una mirada a lo que se hizo y no se hizo, un balance de los logros y retrocesos, un hito para otear el horizonte, un punto para darle una nueva perspectiva al rumbo de la vida, una renovación de esperanzas, aspiraciones y sueños.
Todo ello desde el más profundo sentimiento de anhelo individual, así como también desde la visión más humana y social de ambicionar una sociedad libre y digna para todos, y el sueño de una Chota nuestra, unida, próspera, moderna sin dejar de ser tradicional, con ciudadanos responsables y autoridades honestas e íntegras.
No es pedir mucho. Es sólo exigir derechos y ejercer libertades con responsabilidad, y demandar el cumplimiento de deberes, obligaciones y cargos de manera democrática, con transparencia y honradez. Todos tenemos la obligación de reconstruir los fundamentos de una sociedad libre y digna para todos.
Necesitamos un plan de acción inmediato, impostergable, perentorio. Plantearnos un desafío existencial como individuos (seres únicos, no divididos) y un desafío social en tanto seres sociales, miembros de la sociedad humana, cuya existencia depende de lo que hagamos cada uno. Y para empezar el año hay que romper con el flagelo delictivo de la corrupción. 

Semanario Amor y Llaga N° 555

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