jueves, 13 de febrero de 2014

Amor a los chicharrones

La sabiduría popular suele reprochar a las personas cuya conducta está orientada y se mueve por intereses indignamente económicos, señalando que su “amor no es por el chancho sino por los chicharrones”. Este refrán cae como anillo al dedo en esta coyuntura política en que se ha convocado a elecciones municipales y regionales.
Concretamente, en el ámbito de nuestra provincia han surgido y resurgido algunos personajes cuyas aspiraciones en nada tienen que ver con el desarrollo de Chota o con la solución de los graves y tantos problemas heredados de las sucesivas gestiones municipales. Nada de esto es de su genuino interés.
Por el contrario, todo indica que no es el amor a Chota lo que motiva a los anunciados, propuestos o autopropuestos candidatos, sino a los buenos chicharrones económicos que se atragantarán durante cuatro años (coimas, testaferros, lavado de dinero, tráfico de influencias, propiedades mal habidas, cuentas cifradas, etc.).
Algo más de tres décadas los cargos de alcalde y regidores eran ad honorem, pues no percibían remuneración ni emolumento ni dieta alguna, así ejercían el cargo con absoluta dignidad y honradez, y con los pocos recursos que percibían las municipalidades ejecutaban obras que los herederos del sillón municipal ni siquiera los igualan.

Ahora las municipalidades cuentan con ingentes recursos (hace 12 años atrás el presupuesto de  la Municipalidad de Chota no pasaba de 6 millones de nuevos soles anuales, hoy sobrepasa los 35 millones), las autoridades municipales perciben sueldo y dietas; aun así, como se oye en la calle, no hacen  nada y roban. Sabroso amor a los chicharrones.
Amor y Llaga N° 519