En la
navidad de 1979 el corazón de don Felipe Santiago Guerrero Barboza, uno de
nuestros insignes e ilustres maestros, dejó de latir. Flaco, alto, de impecable
terno oscuro, autodidacta, dueño de un verbo rotundo, una extraordinaria cultura,
una conversación cautivante, una amistad imperecedera, y militante comunista
convicto y confeso.
Su don de
maestro, forjado en los libros y en la vida, lo trasuntó en las aulas del
colegio San Juan y del entonces Instituto Nacional Agropecuario N° 1 (hoy I.E.
Miguel Grau) del cual fue uno de sus profesores fundadores. Enseñó materias
como Historia, inglés y francés, idiomas estos que los dominaba con
peculiarísima dicción.
Dijo que la noble
misión de los profesores es estudiar junto con la juventud “…sin pretensiones, tratando de fortalecerla y
de regar en su corazón y su inteligencia algunas buenas semillas, para que con los frutos que
ellas produjeren, sustenten sus almas en este ir y venir de la vida y no se vea
expuesta a ceder a las tentaciones de la demagogia por falta de alimento
espiritual”.
Su cometido
no se circunscribió a las aulas. Estuvo presente en toda causa digna de Chota.
En la IV Convención Nacional de Chotanos (junio 1979), certamen del que naciera
el FUDIP (Frente Único de los Intereses del Pueblo de Chota), fue elegido
presidente honorario junto a distinguidos maestros y chotanos.
Orador de
categórica elocuencia y poeta de verso claro, directo y valiente, no cejaba en
exhortar a la juventud, para que levante su voz con fe y esperanza, con
rebeldía pero sin fanatismo.
Amor y Llaga N° 554
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