sábado, 15 de enero de 2011

CATEDRA CHOTA

Está en su fase final el proceso de elaboración del PDI (Proyecto de Desarrollo Institucional) de la naciente Universidad Nacional Autónoma de Chota. Si esperar un poco más significa cumplir con los requisitos para su funcionamiento, demandar el presupuesto necesario, asegurar la transferencia de los bienes de la Universidad Nacional de Cajamarca como estipula la ley, garantizar que las carreras profesionales por crearse respondan a las necesidades del desarrollo social y económico regional y del mercado laboral, y acreditar la calidad de la enseñanza, si así fuese, vale una espera prudencial.

De otro lado, a modo de propuesta, si aún la comisión organizadora no lo ha considerado o para que en su momento lo contemple, es sumamente necesario, importantísimo e ineludible que en los planes de estudio de todas las carreras a crearse se lleve un curso obligatorio, durante un ciclo o semestre académico que podría denominarse Cátedra Chota, con la finalidad de estudiar y analizar la historia, geografía, evolución económica, problemática social, cultura, literatura y personajes de Chota. Es decir, un foro permanente de información, análisis, reflexión y crítica de nuestra realidad provincial en el contexto regional y nacional, inclusive, internacional, con el propósito de conocer nuestras potencialidades y reafirmar nuestra identidad cultural.

Cátedras de esta naturaleza tienen, por ejemplo, universidades como San Marcos sobre el ilustre historiador Jorge Basadre, o la Universidad de Salamanca (España) sobre don Miguel de Unamuno. Para no exclusivizar a personajes que podrían reducir la visión de los futuros estudiantes de la UNACH, la Cátedra Chota, abarcaría cabalmente la perspectiva de la universidad que queremos para nuestro pueblo; es decir, una que se distinga de ese conglomerado de universidades nacionales y privadas creadas unas por clientelismo político y otras por lucro y ganancia.

La propuesta está encaminada para que nuestra naciente universidad sea “un espacio público para el debate de ideas, la producción de conocimiento y en especial de pensamiento crítico sobre los problemas del Perú”, particularmente de Chota.

jueves, 6 de enero de 2011

Entre el chasco y la expectativa

Concluyó la gestión municipal del señor Eduardo Rubio Castro. Y lo que señalamos al término de su primer año de gestión, lo reiteramos ahora, concluyó sin pena ni gloria. Entonces lo advertimos ya que “con su elección se cifraron expectativas que en las primeras semanas de gobierno terminaron por derrumbarse estrepitosamente y enlodazarse en escándalos y corruptelas (Amor y Llaga 274).

Y lo que también escribimos que “se ha manejado la administración municipal con los mismos moldes, pesas y medidas censuradas durante las campañas electorales, en una especie de círculo vicioso que desde más de veinte años se ha implantado en el gobierno local: uso y abuso de poder, clientelismo en vez de proyectos de desarrollo, despilfarro en vez de planificación”, lo repetimos nuevamente, con indignación, cuando constatamos que la inmundicia moral y la corrupción administrativa es mucho mayor. Uno de sus regidores ha declarado sentirse avergonzado de ser parte de esa caótica administración.

Ahora, por esas fallas y permisiones de la democracia del que más tiene, asume la gestión municipal un personaje sospechoso e investigado por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, en una competencia voto a voto con alguien también cuestionado por su pésima gestión y procesado judicialmente.

Iniciamos el año 2011 y con él, la nueva gestión municipal y regional, quizá con expectativa y con mucho interés y esperanza que Chota no siga siendo la ansiada presa para la voracidad de los hacedores de fortuna con los recursos públicos, y presa además de la desidia y la indolencia de sus ciudadanos. Las autoridades tienen el deber de enaltecer a Chota trabajando por su desarrollo con honestidad, dignidad y un gran sentido de responsabilidad social. Y los ciudadanos el derecho de hacerles recordar y exigirles el cumplimiento de ese deber.