viernes, 1 de enero de 2016

De nuevo en la lucha

Acabamos de cerrar un año y empezamos uno nuevo. Algunos lo queman, lo recriminan, lo odian. Que nunca más vuelva, dicen. Otros, en cambio, con esperanzada gratitud piden que se repitan los éxitos, los logros, las oportunidades. Por supuesto que la vida no es un camino rectilíneo ni parejo. Tiene sus altibajos, sus cambios bruscos, sus hechos inextricables, sus contrasentidos. Todo ello: o se asimila y nutre la experiencia, o nos derrota irremediablemente si no sabemos descifrar su lección. 
Nuestra actividad periodística en el semanario Amor y Llaga se vio frustrada casi todo el 2015 por la mala racha en la salud de nuestro amigo y compañero José López Coronado, así como la del suscrito. Superados en parte aquellos impedimentos empezamos este año renovados de espíritu, con mayor ímpetu, reafirmando nuestra irrenunciable pasión por la vida y la humanidad, y nuestra inquebrantable lucha por una sociedad libre, justa, digna y solidaria.
  Muchos acontecimientos han marcado el año que pasó: escándalos de corrupción de gobernantes, políticos y autoridades de todo nivel que se diluyen tras otros escándalos; enormes y vergonzosos giros de los políticos y los aspirantes a cargos públicos; leyes y decisiones políticas aberrantes; en fin, todo para colmar la indignación, para agitar la rebeldía, para volver y llenar calles y plazas y gritar al unísono al rostro de los infames hasta que se les caiga la máscara.
Savater con su conocida sapiencia y claridad dice: “quien carece de indignación frente a los absurdos políticos pasados o presentes no puede tener impulso revolucionario.”[1] Nosotros tenemos como única arma de combate nuestra palabra breve, libre, clara y rotunda, como sustento nuestra dignidad y como energía motivadora la indignación frente a las cosas perversas y falsas. Por ello decimos: de nuevo en la lucha.





[1] Savater, Fernando. (2015). Voltaire contra los fanáticos. Barcelona: Editorial Ariel [p.15]