La
inmediatez de la coyuntura política local a raíz de la condena impuesta al
alcalde de Chota ha dejado de lado asuntos que estimamos importantes. Uno de
ellos es el anuncio por parte de los funcionarios de la UGEL de incluir la
historia y naturaleza de las rondas campesinas en el programa curricular.
En principio, es menester indicar que este
tema no es novedoso. En el año 2006, es honesto precisar, el congresista Werner
Cabrera formuló una petición ante el Ministerio de Educación solicitando la
incorporación en la currícula escolar de los temas relacionados a la organización,
reconocimiento constitucional y el rol
de las rondas campesinas.
Dicha
petición dio lugar al Informe Técnico N° 227-2006 emitido por la Dirección
Nacional de Educación Básica Regular ante el Viceministro de Gestión
Pedagógica, concluyendo dicho informe que “reconoce la importancia de las
rondas campesinas como espacios de participación que permiten el desarrollo de
la sociedad y promueve su valoración y consideración a través del tratamiento
curricular y en los contenidos de textos escolares.”
Siendo así,
no cabe atribuirse progenituras, sino más bien implementar los mecanismos para que
el tema de las rondas campesinas sea efectivamente incluido en el programa
curricular de la región bajo pautas pedagógicas pertinentes y su correcta
formulación, a fin de que contribuya a la adecuada formación de los escolares y
evitar el manoseo político de este asunto tan importante.
Esto es un
reto a la capacidad y creatividad de los docentes de la región y, por supuesto,
también al propio liderazgo de los ronderos para reconducir a las rondas
campesinas bajo sus principios inaugurales.
Amor y Llaga N° 522
No hay comentarios:
Publicar un comentario