martes, 4 de marzo de 2014

Cambio de rumbo

La incertidumbre que sigue al desconcierto, luego que se tuviera conocimiento de la condena aplicada al alcalde de Chota, aún parece que tiene maniatados a los miembros del concejo municipal. Lo que es un indicativo del grado de desconocimiento de las funciones, atribuciones y obligaciones que les compete, así como de la administración municipal en su conjunto.
A dos semanas de la lectura de la decisión judicial y con todas las implicancias que de ella derivan, se impone que las autoridades municipales asuman el rol que la ley, la historia y el pueblo de Chota les asigna: un necesario, urgente e impostergable cambio de rumbo, no obstante el lapso, corto pero significativo, pueden demostrar que sí es posible una gestión democrática, plural, limpia, transparente y honesta.
Se van a presentar obstáculos, no tanto de orden legal porque los procedimientos son claros, sino procedentes de los propios regidores, funcionarios y empleados coludidos con la miseria moral en que el poder del dinero ha sido capaz de sumergirles, quitándoles su dignidad a cambio de mansedumbre y complicidad.
Este cambio de rumbo tiene que significar: revisión de todos los actos administrativos que el alcalde haya efectuado, auditoría a los tres años de gestión, reestructuración del presupuesto municipal, reorganización administrativa, publicación de todos los contratos, priorización de las obras a ejecutarse en los meses restantes, y convocatoria a todas las fuerzas vivas de la población (con cuidado de los vivos que siempre suben al carro).

Un cambio de rumbo, luego de tanto atropello a la dignidad de Chota, es el clamor de cientos y miles de chotanos.
Amor y Llaga N° 521

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