Uno de nuestros
personajes, en el sentido más amplio y digno de la palabra, fue sin duda don
Pedro de Tantallatas (apellido formado del quechua: tanta que significa pan y
llatas derivado de llaqta, pueblo), Procurador General de los Naturales de la
provincia de los Huambos, como entonces se conocía a Chota, cargo designado a
raíz de la viaje que realizara a España, en 1777, junto con Inocencio
Consanchillón e Isidro Santos Chavil, para reclamar ante el rey Carlos III, el
nombramiento de autoridades propias y frenar los abusos que cometían las
autoridades españolas.
Pedro de Tantallatas
encabezó una protesta altiva, franca y sincera que al igual que José Gabriel
Condorcanqui Túpac Amaru II en el sur, pero tres años antes que la sublevación
del cacique de Surinama, logró vencer todos los obstáculos y peligros de un
viaje incierto y logró su propósito, en un momento que en el país la lucha por
la libertad y la independencia prendía sus fuegos.
No se cuentan con
estudios minuciosos de la gesta libertaria emprendida por Pedro de Tantallatas.
Las primeras referencias de él las encontramos en la tesis de 1937 del Dr.
Francisco Cadenillas Gálvez, Chota en la
Historia del Perú, publicada en
1991. Luego en la Monografía Histórica de
Chota de Jorge Berríos Alarcón, en el Diccionario
Geográfico e Histórico de Cajamarca de Carlos Burga Larrea y un artículo
publicado en el boletín del Archivo General de la Nación por Napoléon Cieza.
Pedro de Tantallatas,
un “hombre que no aceptó humillaciones”, es uno de los fundadores de la
chotanidad, nuestra libertad y nuestra dignidad. ¡Valorémosle por su ejemplo de
hombre libre!