Todo indica que en Chota el crecimiento urbano crece en
relación inversamente proporcional a la planificación urbana. Esto no es sólo
la constatación de una realidad, en sí misma preocupante, sino un grave problema,
frente al cual la autoridad municipal no tiene la capacidad, la firmeza ni la
imaginación para afrontarlo.
La expansión urbana y la vorágine de la construcción es
tal, pues observamos que no hay manzana donde no se esté edificando, para
decirlo con una metáfora, en un abrir y cerrar de ojos, por lo menos una casa
nueva, un piso nuevo, o se esté reconstruyendo o remodelando viviendas y
establecimientos comerciales de todo tipo, con los consiguientes problemas de
uso de la vía pública, arrojo de desmontes, incumplimiento de normas de
edificación, etc.
Es sabido que este extraordinario crecimiento urbano se
debe, entre otros factores, al aumento vegetativo de la población, a la
inmigración, al despoblamiento del campo, al desarrollo económico y social,
sobre todo de las actividades comerciales y de servicios. Sin embargo, para
afrontarlo con seriedad y, por qué no con creatividad y arte, se ha soslayado
el urbanismo o la planificación urbana.
La organización del espacio urbano, la planificación de su
crecimiento y el control de las edificaciones, inaplazable e ineludiblemente
está bajo responsabilidad legal de la autoridad municipal. Ya es tiempo
entonces que la planificación urbana se imponga a la improvisación y la falta
de visión y de autoridad. Es obligación de la Municipalidad conducir los planes
estratégicos para el desarrollo urbano armonioso, equilibrado y saludable de
nuestra ciudad.
Amor y Llaga N° 472
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