lunes, 23 de julio de 2012

Lagunas, páramos y jalcas


En pleno conflicto causado por el empecinamiento de la Minera Yanacocha (Newmont-Buenaventura), con el aval y complicidad del gobierno para llevar adelante el cuestionado proyecto minero Conga, el presidente Humala promulgó la ley N° 29895 (El Peruano, 6 de julio), demostrando una vez más la doblez de su discurso y confirmando la conjetura popular de que las leyes se dan pero no se cumplen.
 Dicha norma modifica el artículo 99° de la Ley General del Ambiente (ley 28611) y se incluye a los páramos y jalcas dentro de los ecosistemas frágiles. Como está legislado, dentro de estos sistemas frágiles están comprendidos, entre otros, las lagunas altoandinas, los bofedales, los humedales, etc. Y como se sabe el 90 por ciento del territorio de Cajamarca está comprendido por ecosistemas frágiles.
El numeral 99.1 de la citada ley, precisa que en el ejercicio de sus funciones, las autoridades públicas adoptan medidas de protección especial para los ecosistemas frágiles. ¿Qué es lo que hace, entonces, el gobierno para proteger las lagunas altoandinas, los bofedales, los humedales, los páramos y jalcas de su inminente destrucción por explosiones, voladuras a tajo abierto, depósitos y degradación de relaves, contaminación de aguas subterráneas y superficiales?
 La respuesta es obvia. Los cajamarquinos hemos constatado con indignación la doblez de los discursos políticos y la permisión de las leyes para torcerlas a favor de intereses de los grupos de poder. La Ley General del Ambiente se dio en las postrimerías del gobierno de Toledo. Alán García la pisoteó impunemente, y hoy, el gobierno “nacionalista” del señor Humala, pretende seguir la ruta de su antecesor.

Amor y Llaga 460

No hay comentarios:

Publicar un comentario