martes, 10 de julio de 2012

Amor y Llaga, 15 rebosantes años


Andar por el peligroso camino de un periodismo independiente, crítico, opinante e irreverente no sólo nos ha proporcionado el odio de los  grupos de poder, de los esperpentos de la política local, de funcionarios corruptos y sus acólitos de todo pedigrí, sino también de los propios periodistas dados al silencio, a la franela y al paño tibio.
Desde su primer número, Amor y Llaga, semanario chotano de opinión, anunció su línea periodística y la ha mantenido incólume a pesar de los arrebatos de aquellos que han medrado de los recursos públicos. Y la hemos mantenido con dignidad, pasión, firmeza y convicción, siguiendo el verso de nuestro Anaximandro Vega: “…hombres sin dobleces, apretados al honor”. 
En estos quince rebosantes años hemos llegado a 459 números que son, en buena cuenta, el testimonio escrito de un periodo crucial de nuestra historia, donde han pasado por el sillón del gobierno local personajes pintorescos, unos olvidados por lo que nunca hicieron alguna obra de trascendencia o, tal vez, recordados por las mañoserías en el manejo de la gestión pública.
En las columnas de este semanario manifestamos, sin medias tintas, nuestras opiniones y puntos de vista frente a los graves problemas de nuestra provincia y la región. Hemos denunciado y condenado siempre la lacra de la corrupción que corre la administración pública, y hemos alentado y expresado nuestra adhesión y solidaridad con las causas justas y legítimas de nuestros pueblos.
En este momento difícil y cruento para la región y decisivo para el futuro de las generaciones, nuestro respaldo a la lucha de los pueblos de Celendín, Hualgayoc y Cajamarca es militante, por eso nos reafirmamos en nuestra batalla por la verdad, la dignidad, la justicia y el bienestar, por una sociedad libre, más humana, más solidaria, más digna.

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