El recientemente nombrado Delegado del INC ha hecho su debut expresando su malestar y denunciando el uso indebido de los ambientes e instalaciones de la vieja casona Sanjuanista, al grado de haberse convertido en un mercadillo.
Como se sabe, pero poco o nada interesa, o mejor dicho, como nadie hace algo porque se cumpla la norma, el local antiguo del Colegio Nacional San Juan por ley 23341 (18 dic. 1981), fue declarado Monumento Histórico y consecuentemente Patrimonio Cultural de la Nación.
Tres años después, (oct. 1984), la ley 23954 modificando la anterior, creó una filial del INC en Chota, teniendo como sede la casona Sanjuanista. Esta norma fue mal interpretada y se pretendió despojar al colegio de su patrimonio y darle un uso que fue cuestionado en su momento.
Han pasado muchos años de un litigio que nunca debió producirse, de haber existido una disposición y ánimo dialogante y constructivo de las partes para destinar el local a los fines que la ley establece, sin menoscabo de los intereses del Colegio Nacional San Juan.
Es sabido que el CEBA San Juan (Centro de Educación Básica Alternativa) que se aloja en la casona sanjuanista, no cuenta con las rentas necesarias para el mantenimiento y conservación del local, pero ello no justifica para deshonrar la casa de la cultura con actividades mercantiles.
Que la cultura sea un trasto viejo para las autoridades y gobernantes tal vez sea entendible, pero para un maestro esa actitud es simplemente inconcebible. Por ello nos quiebra el alma cuando se estropea a la cultura y más cuando la agresión proviene de los llamados a defenderla.
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