El doctor Javier Villa Stein, presidente del Poder Judicial, en su peculiar visita a Chota, específicamente al distrito de Lajas, ha dicho algunas verdades, que por ser de Perogrullo, pasan por alto: 1) Chota siendo una provincia tan importante en el Perú lamentablemente no cuenta con una carretera adecuada; 2) hay lentitud en la resolución de los problemas, específicamente, en los casos de corrupción.
Al mismo tiempo, el doctor Villa Stein, sin dejar de negar las críticas formuladas contra las autoridades judiciales, ha dicho que lo importante es dar la cara, hacer autocrítica y reconocer los errores, instando a los jueces a resolver con la debida celeridad los procesos en los que están implicados los alcaldes.
Es singularmente significativa la presencia de la máxima autoridad de ese poder del Estado, en momentos que el pueblo se apresta a participar en un nuevo proceso electoral municipal y regional. Y como es sabido, participan en este proceso una serie de personajillos con procesos judiciales que aún siguen, pese al tiempo transcurrido, sin una sentencia firme.
Muchos casos de corrupción han sido denunciados: malversación de fondos, corrupción de funcionarios, cobros indebidos, peculado, colusión, concusión, cohecho, etc., (en palabras más comunes: robo a los dineros del Estado), donde están implicados no pocas autoridades y funcionarios municipales, que de haber sido resueltos por el Poder Judicial con la necesaria celeridad, hoy no estarían pomposamente de candidatos, gastando en campañas electorales, para luego cobrarse con todos los recursos públicos.
En este sentido, con un Poder Judicial firme, realmente autónomo, imparcial, implacable con la corrupción, célere y oportuno, se garantizaría la honestidad pública y por consiguiente el desarrollo de los pueblos. Lo contrario, sería avalar y perpetuar la corrupción.
Semanario: Amor y Llaga N° 386
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