Al igual que
la famosa pregunta ¿en qué momento se
jodió el Perú? que el escritor Mario Vargas Llosa puso en boca de Zavalita,
uno de los personajes de su obra Conversación
en La Catedral, y que ha originado tantos
libros, estudios y ensayos, también sugiere una pregunta imperativa para el contexto
local: ¿en qué momento se jodió Chota?
Se pueden
ensayar muchas respuestas que, también como en el caso del país, inclusive se
remontan a los años de la conquista española. Esta búsqueda de los orígenes de
nuestros males es más frecuente, sobre todo, en los momentos de crisis
profundas, de caos inaudito, de desgobierno y corrupción, de imperio de los
desvalores, de pérdida de la confianza.
Si bien los males de nuestra sociedad tienen
raíces históricas, esto, bajo ninguna forma, puede servir como justificación o
aceptación fatalista de los hechos. Sin embargo, hay aspectos cuya responsabilidad
corresponde en primer lugar a las autoridades locales, a la clase política
dirigente (si es que la hay), en abierto conflicto y desencuentro con la
honestidad, la honradez y la integridad moral.
Pero también
son los ciudadanos los protagonistas principales del desarrollo o los causantes
del atraso de una sociedad. La fuerza arrolladora de una ciudadanía responsable
con sus deberes cívicos y políticos es vital para lograr los cambios que
necesitan las sociedades. Por eso la actitud de los ciudadanos no debe ser de
indiferencia y conformismo, sino de militante rebeldía ante el abuso, el
oprobio, el caos, la corrupción.
¿En qué
momento se jodió Chota? o ¿Quiénes jodieron a Chota?
Amor y Llaga N° 513
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