“Hay que
hablar claro, que no nos den gato por liebre. Fuera toda esa comisión que
ignora, subestima, maltrata y expone a peligro a los estudiantes; y, por otra
parte, tiene manejos oscuros que hoy se destaparán; porque no solo están
faltando a los derechos de los alumnos; sino que también a la población.”
(Sembrando Perú Chota).
Lamentamos
que nuestra novísima universidad haya tenido que experimentar un mal comienzo:
1°) la negativa de las autoridades y profesores de la UNC, 2°) los obstáculos
para la transferencia de los bienes, 3°) el vía crucis para lograr la
autorización de funcionamiento, y 4°) la designación de una comisión
organizadora de la misma hechura y mentalidad medieval, autoritaria,
antidemocrática y con claros ribetes de irregularidades que lindan con
ilícitos.
Este punto
es el que ha llevado a una legítima protesta no sólo de los estudiantes, sino
de las organizaciones y gremios y la población chotana en su conjunto, que
luchó para contar con una universidad digna de llamarse casa superior de
estudios, cuya misión no sólo es la de preparar para una profesión, sino de
formar ciudadanos dignos, libres, con capacidad para investigar y hallar
soluciones a los problemas de la sociedad.
Pero, lejos
de trabajar por Chota, algunos creen que vienen a nuestra tierra a llenarse ilegal
e impunemente los bolsillos, hacer tabla rasa de la dignidad y los derechos de
las personas, a violentar con sus actitudes la paz y tranquilidad de nuestro
pueblo. Los chotanos no debemos permitir que vengan a estropearnos en nuestra
propia casa, a pretender aniquilar uno de nuestros más importantes logros: la Universidad
Nacional Autónoma de Chota.
Amor y Llaga N° 510
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