El tan esperado examen de admisión de la
Universidad Nacional Autónoma de Chota es ahora una realidad y un paso importante
y obligado para la institucionalización de lo que debe ser nuestra primera casa
de estudios superiores. Su primer examen de admisión que posibilitará el
ingreso de la primera generación de estudiantes a sus cinco carreras
universitarias.
Este nuevo paso en el largo camino que tiene que dar la UNACH para alcanzar la acreditación necesaria y el prestigio requerido debe ser absolutamente transparente y riguroso, que no exista una sombra de irregularidades que apañen el proceso en este momento inaugural, pues la expectativa generada en la juventud, debe ser retribuida con honestidad y transparencia, valores que carecen lamentablemente nuestras instituciones.
"La universidad -dice Salomón Lerner- es en cierta forma el espacio de construcción de la conciencia crítica de una sociedad. Una de las grandes tareas de la institución universitaria es pensar el país, sus estructuras e instituciones, las ideas desde las cuales se organizó como tal, los valores que movilizan a sus miembros."
Este nuevo paso en el largo camino que tiene que dar la UNACH para alcanzar la acreditación necesaria y el prestigio requerido debe ser absolutamente transparente y riguroso, que no exista una sombra de irregularidades que apañen el proceso en este momento inaugural, pues la expectativa generada en la juventud, debe ser retribuida con honestidad y transparencia, valores que carecen lamentablemente nuestras instituciones.
"La universidad -dice Salomón Lerner- es en cierta forma el espacio de construcción de la conciencia crítica de una sociedad. Una de las grandes tareas de la institución universitaria es pensar el país, sus estructuras e instituciones, las ideas desde las cuales se organizó como tal, los valores que movilizan a sus miembros."
En estas tareas inaugurales deben establecerse las bases firmes, sólidas y perdurables de una universidad nueva, diferente, prestigiada, plural, democrática, honesta, que contribuya inaplazablemente al logro del fin esencial de la universidad y a la formación profesional de sus estudiantes como ciudadanos íntegros que en buena medida es que lo que necesitamos.
Amor y Llaga N° 498
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