Este ambiente de farándula, espectáculo y pantomima en que se ha convertido el proceso electoral, en detrimento de la exposición y debate de ideas, propuestas y alternativas para la solución de los grandes y graves problemas nacionales, ha reducido el margen para la celebración de acontecimientos que, quiérase o no, son ya referentes importantes en la historia cultural de Chota.
Uno de esos acontecimientos (modestia aparte) es el aniversario tricenal del Grupo Cultural Wayrak. Desde su fundación, el 16 de abril de 1981, no sólo perdura y persevera significativamente en el tiempo cuando otros grupos similares tan pronto como se formaron, desfallecieron; sino que se ha erigido en una entidad y una generación, cuyos logros en el campo de la cultura son innegables.
La labor cultural no sufre únicamente los embates de la incomprensión y la indiferencia, del silencio y el amordazamiento, sino también padece el estrangulamiento económico y de la inmerecida condición de cenicienta en el presupuesto nacional; como la cultura no es rentable para aquellos lobistas y francotiradores del libre mercado y mandones de camioneta 4x4, su lógica es simplista y utilitaria: el pobre no quiere libros, ni música, ni poesía, ni arte, quiere pan.
Contra ese razonamiento maquiavélico, retorcido e infame es que perseveramos, porque no hay nada más que la cultura para que nos libere del yugo de un pasado ignominioso, de la ceguera mental, del servilismo y las dictaduras, del envilecimiento político, de la estrechez y la intolerancia, de la indignidad moral y de la degradación humana.
Amor y Llaga N° 410
No hay comentarios:
Publicar un comentario