“Jamás, señor ministro de salud,
fue la salud más mortal”
César Vallejo
Los
versos de nuestro poeta universal, César Vallejo, nunca fueron tan actuales
como hoy, cuando los sucesivos gobiernos, prestos siempre a aplicar las
reformas y emplastos neoliberales para salvar los intereses de los ricos,
estrangulan el presupuesto de sectores claves para el bienestar y desarrollo
humano como la salud y la educación, aplicando obsecuentemente las recetas del
Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de la Organización Mundial
del Comercio, convertidas en verdaderas organizaciones criminales.
Una
de esas repudiables y nefastas políticas que los gobiernos aplican como
condición para recibir préstamos, es que el estado reduzca ostensiblemente sus
gastos en salud y que se privatice la prestación de este servicio. En otras
palabras, el empeoramiento cada vez mayor de las condiciones de vida de la población
y la cruel e impune autorización para que la salud, como cualquier otra
mercancía, se someta a las leyes del mercado; es decir, la muerte segura de los
sectores sociales más vulnerables: los pobres.
En
nuestro ámbito, esta situación se ha hecho patente, entre otros aspectos, con
el estado calamitoso, de abandono y deterioro creciente del Centro Médico de
Essalud de tal modo que ha originado un descontento cada vez mayor de la
población asegurada que suma más de 18 mil personas, debido a que no hay una
atención adecuada ni menos cuenta con
infraestructura, ni equipos, ni personal médico y paramédico mínimo y
especializado (hace pocos años hubo un jolgorio y hasta colocaron la primera
piedra para la construcción del policlínico).
Este
es otro de los graves problemas que aquejan a la población. La mortalidad, la
desnutrición y la anemia crecen, pese a ello el presupuesto del sector salud no
alcanza el 5% del PBI, muy por debajo del promedio del gasto en salud en Latinoamérica (7.3%). Por ello, urge que
las organizaciones sociales, los comités de asegurados, los sindicatos y
frentes de defensa unan sus fuerzas para luchar contra ese monstruo, uno de los
nueve monstruos que devoran a la humanidad.