Ha transcurrido otro año más y la gestión del señor Julón
es una lástima. Realmente una lástima, no por él naturalmente, sino por el
pueblo de Chota que soporta tamaña indigencia moral de sus autoridades, incapacidad
en grado de extrema ineptitud e infestada de corrupción. Se creyó ingenuamente
que con los nuevos funcionarios ediles las cosas iban a cambiar, pero han
demostrado no ser más que simples administradores del caos y el desgobierno.
Escándalo tras escándalo y un presupuesto de más de 31
millones de soles mal gastados (recordemos que hace diez años atrás el
presupuesto municipal de Chota no superaba los seis millones de soles), sin
planes ni proyectos de inversión, ni obras ejecutadas que incidan en un
auténtico desarrollo económico, social, educativo y cultural de nuestra
provincia.
Se tiene por el contrario un incontrolable gasto corriente
con una planilla abultada para el pago de trabajadores que en las tres
gestiones últimas se ha incrementado impunemente a suerte de clientelismo
político. No hay dinero para obras pero sí para comprar periodistas y medios de
comunicación. Veamos, por ejemplo, un contrato por servicio específico donde la
municipalidad contrata los servicios de publicidad y animación a un conocido
locutor de una emisora local, por el monto de S/. 1,800 mensuales.
Chota no merece este maltrato. Sin embargo llama la
atención que el pueblo chotano soporte pasivamente esta afrenta a su dignidad,
a su historia, a su afamado carácter de rebelde y libertario. ¿Es que ya no hay
chotanos dignos, valientes y aguerridos? ¿O es que la gangrena de la hibridez y
la indiferencia ha carcomido el espíritu chotano?
Amor y Llaga N° 477
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