La gesta emancipadora a la que se adhirió el pueblo chotano
y aportó no sólo con hombres y vidas sino también con dinero, colectas de plata,
diamantes y piezas de oro, como lo documenta el historiador Segundo L. Rojas
Gasco, fue un hecho apenas conocido en los predios intelectuales interesados en
nuestra historia e identidad y comprometidos con la inagotable lucha de Chota
por su desarrollo.
Desde las primeras referencias efectuadas por el Dr.
Francisco Cadenillas Gálvez, no obstante que su tesis de 1937 recién fue
publicada en formato de libro en 1991, y del Dr. Jorge Berríos Alarcón en su
libro “Monografía Histórica de Chota” (ediciones de 1967 y 1985), pese a sus
coincidencias, discrepancias y rectificaciones en cuanto a la fecha, abrieron
un camino para la investigación histórica que concluyó con la firme y
fundamentada sustentación formulada en
1983 por Rojas Gasco, esto es: la proclamación de la independencia de Chota
tuvo lugar el 12 de enero de 1821.
Siguiendo esa ruta, reiteradamente se propuso que tal
acontecimiento fuera celebrado, estudiado y difundido como corresponde. No como
un simple recuerdo de un hecho histórico, sino como un ejercicio permanente de
memoria histórica que contribuyera al conocimiento de nuestro pasado, a su
valoración objetiva y a su conmemoración, para reforzar nuestra identidad y
recuperar la dignidad del alma chotana, hoy maltratada y dañada por autoridades
infames, moralmente torcidas y políticamente retorcidas.
La niñez y la juventud chotanas, los hombres y
mujeres libres, son los llamados a que esta celebración, instituida desde el
año 2005, no sea algo así como un saludo a la bandera. Debe ser la reafirmación
del compromiso de luchar por la dignidad de Chota y la obligación de trabajar
honestamente por su grandeza y prosperidad.
Amor y Llaga N° 478
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