lunes, 23 de mayo de 2011

Fudip, nuevo periodo


No hay duda que las reivindicaciones populares se conquistan tras un proceso de unidad, organización y lucha permanente. La unidad es fundamental. Todas las personas, instituciones y gremios comprometidos en un reclamo, deponiendo comprensibles diferencias de opción política o ideológica, deben concurrir a gestar, desarrollar, fortalecer y consolidar la necesaria unidad para el logro de una aspiración social.

Pero la unidad no es suficiente sin una organización que estructure y configure orgánicamente a las multitudes. Esa organización supone un cuadro de dirigentes capaces de conducir y dar fisonomía y perspectiva a los reclamos. Supone, también, reglas democráticas para la elección de sus dirigentes, quienes son los portaestandartes de las reclamaciones. Sin una organización sólida, los reclamos más justos pierden su razón de ser o son postergados.

A la unidad y organización hay que añadir la lucha, es decir el combate firme por una causa justa. Un reclamo empieza por una necesidad social que adolece a una comunidad, a un sector social o un pueblo. Pasa por las solicitudes y memoriales ante las entidades estatales. Se formaliza en plataformas de lucha y se convierte en un torrente cuando aquella es vital para el desarrollo humano y social de nuestros pueblos.

El Fudip cuenta ahora con nueva directiva, ¿qué esperamos de sus integrantes? Que asuman la responsabilidad para los que han sido elegidos y se coloquen al frente de las reclamaciones, exigencias y aspiraciones sociales de Chota y no a la cola de éstas, como ha ocurrido en la última década. Los nuevos dirigentes tienen que ser capaces de construir la unidad, reestructurar la organización y conducir la lucha del pueblo chotano.

Amor y Llaga N° 414

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