Chota, ¿tierra de nadie?

Los resultados electorales, aún cuando al cierre de esta edición no se han dado los últimos reportes de la ODPE, confirman la inmoral competencia entre los dos candidatos más cuestionados y procesados por lavado de activos y corrupción, cuyos procesos judiciales se encuentran en larga espera por la lenidad y demora de las autoridades para sancionar como corresponde a quienes delinquen.

La campaña, inmoralmente millonaria, que supera todo cálculo y proyección de una gestión responsable, honesta, limpia y transparente, sólo ha servido para enturbiar los principios democráticos, insultar al electorado pensante e informado, prostituir conciencias y hacer creer que el dinero lo puede todo. Una afrenta para el pueblo chotano, afamado por laborioso, generoso y rebelde.

Tal vez los analistas de los procesos electorales ensayen diversas lecturas e interpretaciones de los resultados electorales, de la propia campaña electoral, de las reservas y los impulsos al momento de decidir el voto.

Pero al término de esta campaña electoral y luego de los resultados preliminares, tenemos la convicción que la disputa no ha sido por mejores planteamientos y propuestas para el progreso y desarrollo de Chota, sino, lamentablemente, para demostrar cuánto puede una ambición política y la avidez para manejar los recursos públicos de las municipalidades en favor de oscuros intereses y poderes (testaferros, negociados, coima, clientelaje, festines, etc.).

Los chotanos íntegros, pensantes y conscientes debemos estar siempre vigilantes e impedir que Chota se convierta en tierra de nadie, que es la tierra de delincuentes.